*Somos gente diferente*
Números 14:3 - ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
Cuando se levantan las voces de la desesperación, las que no están firmes en la fe son las primeras en unirse al coro. Son esas las encrucijadas que nos sacan de carrera y nos hacen perder la perspectiva correcta. Este pueblo se dejó convencer por la emoción momentánea, olvidando todo lo que DIOS había hecho por ellos en su largo peregrinar desde que habían salido de Egipto. En vez de con fe enfrentar el reto y marchar hacia adelante, optaron por volver a Egipto mostrando cuan pobres aun eran sus espíritus.
Doce espías fueron enviados a Cades para ver como eran los pueblos que allí vivían. Cuando estos regresaron, diez de ellos acobardados dijeron que debían rendirse y volver a Egipto.
¿Volver a Egipto? Solo imagínate si a ti también se te ocurriera eso hoy...
Como resultado de aquel informe, el pueblo dudaba a la promesa del Señor. Dudaba que fuera posible tomar por suya la tierra prometida. Amados, cuando hacemos esto, sin duda estamos rebelándonos contra Dios. Para ellos, la rebelión no comenzó con una sublevación, sino con la mera murmuración contra su líder y el DIOS que lo envió.
Revelarnos contra Jesucristo siempre ha de ser un asunto de mucha seriedad. No es algo que podamos tomar a la ligera, ya que esta actitud trae consecuencias amargas y severas. Con sutilezas vamos alejándonos del consejo bíblico y sin darnos cuenta negamos la eficacia del Señor y de su santo Espíritu en nuestras vidas. Tenemos HOY que asegurarnos que nuestros pensamientos como nuestras palabras sean esa evidencia de fe que nos hace diferentes a otros pueblos.
Serafín Alarcón Carrasquillo - tablitasdelsenor.faithweb.com
Números 14:3 - ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
Cuando se levantan las voces de la desesperación, las que no están firmes en la fe son las primeras en unirse al coro. Son esas las encrucijadas que nos sacan de carrera y nos hacen perder la perspectiva correcta. Este pueblo se dejó convencer por la emoción momentánea, olvidando todo lo que DIOS había hecho por ellos en su largo peregrinar desde que habían salido de Egipto. En vez de con fe enfrentar el reto y marchar hacia adelante, optaron por volver a Egipto mostrando cuan pobres aun eran sus espíritus.
Doce espías fueron enviados a Cades para ver como eran los pueblos que allí vivían. Cuando estos regresaron, diez de ellos acobardados dijeron que debían rendirse y volver a Egipto.
¿Volver a Egipto? Solo imagínate si a ti también se te ocurriera eso hoy...
Como resultado de aquel informe, el pueblo dudaba a la promesa del Señor. Dudaba que fuera posible tomar por suya la tierra prometida. Amados, cuando hacemos esto, sin duda estamos rebelándonos contra Dios. Para ellos, la rebelión no comenzó con una sublevación, sino con la mera murmuración contra su líder y el DIOS que lo envió.
Revelarnos contra Jesucristo siempre ha de ser un asunto de mucha seriedad. No es algo que podamos tomar a la ligera, ya que esta actitud trae consecuencias amargas y severas. Con sutilezas vamos alejándonos del consejo bíblico y sin darnos cuenta negamos la eficacia del Señor y de su santo Espíritu en nuestras vidas. Tenemos HOY que asegurarnos que nuestros pensamientos como nuestras palabras sean esa evidencia de fe que nos hace diferentes a otros pueblos.
Serafín Alarcón Carrasquillo - tablitasdelsenor.faithweb.com